Esta historia comienza en 1973. Ramón era un chico de veinticinco años, no muy alto, pero sí muy formal. Tenía un secreto. Aunque pareciese un hombre normal, no lo era. Con él siempre iba un libro titulado "Aventures d'Arthur Gordonpym".
Rara vez lo vieron acompañado, iba sólo, entre las sombras de la noche, puesto que no le gustaba salir por el día. Simplemente salía para trabajar.
Un día Ramón, lleno de ira, se miró a un espejo y como siempre, no puedo contemplar su rostro, solamente veía su pálida nuca y su cabello negro, al igual que su traje, después de unos minutos torturándose en silencio por su extraño secreto cogió su libro y se imaginó que era el protagonista de este. Demasiada imaginación, pensó. Limpió con los dedos el polvo que el marco dorado de su espejo tenía desde hacía ya mucho tiempo. No tenía más que un espejo en su gran casa. Uno que guardaba en el oscuro sótano.
16 de septiembre de 1973
Caminaba por la calle de camino al trabajo cuando se encontró con un chica, no era muy alta, ni tampoco muy guapa, pero a pesar de ello sus ojos turquesas hacían que el corazón de Ramón diese un vuelco sin saber muy bien porqué. Ese mismo día, Martes, para ser exactos, comenzó a hablar con él Paula, la encantadora chica que le había robado el corazón, a nuestro ya amigo, Ramón. Nunca le había gustado que hablasen con él, ya que ni Ramón sabía como era él mismo. Mientras que Paula hablaba y hablaba Ramón simplemente asentía acompañándolo de una risa nerviosa. Sí, estaba enamorado.
18 de diciembre de 1973
Se acercan las navidades, Ramón se pregunta que le regalará a Paula, desde aquella charla se habían hecho muy amigos, aunque Ramón hubiese empezado a salir por el día y descansar por la noche, aún estaba bastante incómodo, ya que la gente le miraba cuando iba por la calle, cuando de repente se le vino a la cabeza el regalo perfecto: le pediría matrimonio a Paula. La quería, cada noche se imaginaba como sus correteaban por la casa y él, junto con Paula, observaba cada noche como la leña se iba quemando en su gran chimenea hecha en Francia.
25 de diciembre de 1973
Ya era Navidad, Ramón caminaba despacio por las calles de Madrid, ese año había nevado bastante y los niños se divertían jugando con la nieve e imaginando que un montón de nieva era un fuerte para esquivar los ataques enemigos. Ramón reía con sólo pensar que uno de esos niños podría ser su propio hijo. En seguida llego a casa de Paula, demasiado temprano, aunque eso era bueno ya que le daría tiempo a pensar, sus manos humedecidas por el sudor delataban su nerviosismo. Estaba muy nervioso. Después de varios minutos tocó a la puerta y esperó ansioso a que la dulce chica de ojos color turquesas le abriese la puerta, pero no fue así. Nadie abrió esa gran puerta de roble, adornada con unas pequeñas flores pintadas con tonos apagados, nadie.
16 de septiembre de 1974
Ya había pasado un año desde que se conocieron y nueve largos meses en los que no había vuelto a ver unos ojos color turquesas tan bonitos, nueve meses que no pronunciaba su nombre, Paula. Tal vez esa chica nunca existió y puede que nuestro amigo se hubiese vuelto loco. Se había encerrado en su casa, que previamente recubrió de espejos, para recordar que él, simplemente, era un monstruo.
FIN ♥